Con el iPad hasta en la guerra

Jim Hotie Carlson no se parece en nada a Steve Jobs. Hotie es capitán de los Marines y fue el primer piloto de combate al que se le ocurrió llevar un iPad en la cabina de un helicóptero de ataque Cobra en Afganistán. La idea ha tenido tanto éxito que los Marines han llamado a la iniciativa “Semper Fipad”, por su clásico lema Semper Fidelis. Seguramente Jobs no tuvo noticia, en su terrible enfermedad, de que los Marines se habían llevado su invento a la guerra.

Como si de un hongo se tratara, el iPad, al igual que el resto de tablets, se ha incorporado a las situaciones más inverosímiles: como partitura, batería, máquina de escribir, o elemento de apoyo aéreo y fuego cercano para las tropas de la OTAN en Afganistán.

Air Alaska fue la primera empresa que aceptó, en mayo de 2010, el uso de iPad dentro de la operativa de la compañía: tanto en la cabina de pilotos como para el uso en los sistemas de mantenimiento. Detrás han ido casi todas las demás. Los pilotos explican que la tableta sustituye a bordo a las llamadas “bolsas de vuelo electrónicas”, EFB. Se trata de programas de vuelo, cartas de navegación y hasta sistemas de transformación de medidas. Ahora se sustituye por poco más de 600 euros lo que era una compleja maquinaria electrónica de varios miles de euros. Y mucho más sencilla de usar.

Así se han eliminado en las cabinas de vuelo las enormes carpetas con cartas de navegación, manuales e incluso las Fuel Order, el sistema de control de combustibles. Además, la información se actualiza automáticamente al entrar en la red de la compañía. Un chollo, vamos.
Los pilotos comerciales han hecho pruebas de configuración de aterrizaje, despegue y demás operaciones con papel y con tablet. Con esta tardan menos de la mitad de tiempo en hacer las check list, comprobaciones.

Si esto es importante en un vuelo comercial, con su eterna lucha contra los precios, es crítico para un piloto de combate. “No podemos llevar todos los mapas de la provincia de Helmand en la cabina de un Cobra”, explica el capitán Michael Christman, del escuadrón de ataque 267 de los Marines, destacado en Camp Dwyer (Afganistán). “Es clave en el apoyo cercano a las tropas en tierra. Es lo que se dice la madre de todos los inventos”, sigue diciendo el mayor y piloto Marc Blankenbicker, del mismo Cuerpo.

Las tropas de tierra también están utilizando tablets en sus operaciones de combate en Afganistán. Es útil para llevar mapas, claves de radio, procedimientos médicos para heridos… y también en la base, como libro electrónico y objeto de entretenimiento.
Un uso muy parecido al que puede hacer cualquier otro usuario. El inmenso catálogo de apps permite hacer con la tableta lo que sea. Hasta de GPS en la bicicleta. Por eso las vemos en los sitios más insospechados.

Una aportación española a este universo es la app Los más buscados. Pensada para el uso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es una aplicación para tener en la mano nombres, fotos en color y descripciones los malos. Lo que no sabemos aún es qué aplicación habrán pensado los malos para escaquearse de la policía.