iPad HD parece ser ahora mismo el nombre que suena con más fuerza para denominar al nuevo tablet de Apple. Pero también recordemos que según lo realizado anteriormente con el iPhone los nombres iPad 2S y iPad 3 no están descartados. Yo no tengo muy claro cual elegirán pero me gustaría dar diferentes motivos por los que podría llamarse de una u otra forma.
Pero antes hagamos un breve repaso a las nomenclaturas usadas por Apple.
Durante su historia Apple ha usado diferentes nomenclaturas para llamar a sus productos. Por ejemplo los primeros Macintosh se distinguían por su memoria Macintosh 128k y Macintosh 512k. Luego la generación con procesadores de IBM se distinguían por procesador usado: Power Macintosh G3, PowerBook G3 y G4, iBook G3 y G4, iMac G3, iMac G4 y G5,… Más tarde los MacBook y MacBook Pro no heredaban la coletilla en función a la generación del procesador y todos mantenían el mismo nombre diferenciados por la fecha de lanzamiento (mediados de 2009, finales de 2010,…) Y para terminar los dispositivos iOS donde hemos tenido el iPhone, iPhone 3G era el segundo pero usaron el 3G por la posibilidad de conectar a redes 3G, luego el iPhone 3GS, iPhone 4 y 4S (estos no son compatibles con redes 4G).
iPad 2S, sensiblemente mejorado
iPad 2S es un apuesta segura para algunos usuarios. Que el nuevo iPad vaya a usar una versión mejorada del actual procesador A5, con nombre A5X, no es motivo para ser considerado iPad 3. Sería como el iPhone 4S, una actualización que mejore a nivel hardware pero que al mantener diseño impide considerarlo como algo nuevo. Sensación que nos produciría al llamarse iPad 3. Y es que recordemos que con cada salto Apple ha rediseñado sus productos. Cosa que ahora no hará.
iPad 3, inclusión del nuevo procesador A6
Para otros, no necesariamente debe tener un rediseño para ser considerado como
iPad 3. Una mejora sustancial del procesador, con el nuevo A6 de cuatro núcleos sería más que suficiente junto a la llegada de Siri para merecer dicho nombre. Y llevan razón pero además se suma la más que segura inclusión de una pantalla Retina display.
Por tanto, para mover con fluidez dicha resolución la mejora del hardware es imprescindible por lo que pese al casi idéntico diseño estético estaríamos hablando de un “tablet nuevo”. La pega es que un cambio numérico podría crear una sensación de decepción a quienes esperan algo nuevo más allá de una mejora interna.