Es un hecho:
la rumorología acerca de los productos de Apple y el secretismo de la compañía forman parte de su estrategia de venta. No hacen falta campañas de publicidad a nivel mundial: todo el mundo sabe lo que es un iPhone a través de lo que se ha leído en internet o tras probar el de un amigo. En las Apple Store los productos se venden prácticamente solos.
Ahora mismo, por ejemplo, estamos a la espera de que Apple presente un nuevo iPad. Ergo, todos los rumores son imágenes filtradas de sus componentes, posibles fechas para el evento de presentación, confirmaciones de una pantalla retina… raro es el día en el que los medios norteamericanos consiguen un dato más que cuadra con todo y nos acerca un poco más hacia la confirmación oficial del próximo tablet de Apple. Ha pasado con todos sus antecesores, con los iPhones, con los Mac… llevamos una buena cantidad de años viendo cómo el rumor se convierte en l
a herramienta perfecta para llamar la atención de todos los consumidores. Sin embargo, parece que con la llegada de Tim Cook cogiendo las riendas de la empresa algunas cosas están cambiando.
Las sospechas comenzaron con la sorpresiva presentación de OS X Mountain Lion. Apple siempre suele presentar una nueva versión de su sistema operativo con una keynote, pero esta vez
apareció completamente por sorpresa. Y lo más importante: no hubo absolutamente ningún rumor. Nada. Niente. Cero. Sólo algunos reconocidos miembros de la prensa sabían de las intenciones de Apple, pero todos ellos firmaron un acuerdo de confidencialidad y se portaron bien hasta la hora H del día D. Y cuando esa hora llegó, aparecieron instantáneamente revisiones a fondo de ese sistema gracias a haberlo probado durante unos días antes.
Fue el caso de John Gruber, que
tuvo el privilegio de atender una presentación privada de OS X Lion una semana antes de que apareciera en el público.
John ya vio que Apple estaba probando un nuevo modo de anunciar productos: eventos privados para unos pocos y una información sellada herméticamente hasta unos días más tarde. Fue ahí donde le dijeron toda la información sobre OS X Mountain Lion y el dato de que iban a lanzar una nueva versión de OS X cada año.
Apple consiguió dos cosas sacando OS X Mountain Lion a la luz de ese modo: primero, que el equipo de redactores de Applesfera entrara en pánico a correr de un lado a otro por lo súbito de la noticia y la lluvia de información que cayó en una sola tarde. Segundo, que muchas personas se quedaran con una buena sensación de ese lanzamiento. Y no por OS X Mountain Lion, sino por la sorpresa de ver un producto nuevo de Apple que no estaba en los rumores y que nadie se había imaginado jamás.
Por primera vez en mucho tiempo, Apple nos ha dado una sorpresa a todos.Estamos empezando a hacer las cosas de un modo diferente, le dijo Phil Schiller a John Gruber. ¿Y si la tónica de presentar algo de forma íntima a unos pocos para sacarlo a la luz pocos días después se aplica al resto de productos de Apple? Seguiríamos teniendo algunas keynotes clave como las de la WWDC, por supuesto, pero si la tendencia sigue podríamos ver cómo cada vez más productos aparecen como OS X Mountain Lion: por sorpresa. Sin rumores ni especulaciones.
¿Será que Tim quiere reducir el fenómeno de los rumores como parte de esos cambios mencionados por Schiller? ¿Veremos, por ejemplo, un primer vistazo a iOS 6 de la misma forma? ¿O las próximas versiones de iLife o iWork? No sé si la mayoría preferirá los rumores para enterarse medianamente de lo que en Apple estén tramando, pero este modus operandi devuelve algo que ya no estaba en Apple:
la emoción por esperar algo completamente inesperado en cualquier momento.Sólo faltaría un modo de calmar el pánico entre el equipo de redactores de esta casa en cuanto suceda.