El consejero ejecutivo de Apple se ha sumado a la larga lista de líderes estadounidenses que comparten públicamente su homosexuallidad. En un ensayo publicado este jueves en la revista Bloomberg Businessweek, Tim Cook ha firmado con sus propias palabras el momento en el que se convertía en el ejecutivo más importante de una compañía de Estados Unidos que da el paso de hacer pública su orientación sexual.
“Estoy orgulloso de ser gay y considero que serlo es uno de los regalos más grandes que me ha dado Dios”, escribe Cook, CEO de Apple desde 2011, cuando asumió el cargo tras la muerte de Steve Jobs en octubre de ese año. El ensayo de Cook, sorprendentemente personal para una persona que, tal y como él mismo reconoce, ha protegido siempre su vida privada, es una colección de los argumentos empleados por tantos otros antes que él: compartir su homosexualidad puede inspirar a jóvenes que se sientan discriminados, pero también es un gesto de agradecimiento a todos los que lucharon por la igualdad antes que él.
“No me considero un activista, pero me doy cuenta de lo mucho que me he beneficiado del sacrificio de otros”, explica. “Por lo tanto, pienso que si saber que el consejero delegado de Apple es gay puede ayudar a alguien a reconocer su propia sexualidad o puede hacer sentir mejor a alguna persona que esté sola o inspirar a más gente a luchar por la igualdad, entonces siento que el sacrificio de mi propia privacidad vale la pena”.
Ha habido momentos en que esto me ha resultado duro e incómodo. Pero también me ha dado confianza en mí mismo"
Cook cita en su ensayo al reverendo Martin Luther King, líder en la lucha por los derechos civiles de las minorías raciales de EE UU. “La pregunta más persistente y urgente en esta vida es qué estamos haciendo por los demás”, dijo MLK. “A veces me planteo esto y he llegado a la conclusión de que mi deseo de privacidad me ha impedido hacer algo más importante. Y eso es lo que me ha traído hasta aquí", escribe Cook.
El ejecutivo habla de compartir su homosexualidad con sus compañeros en Apple -hasta el punto de que su ensayo de hoy no ha pillado a muchos por sorpresa-, y cómo eso no ha cambiado el trato que ha recibido. “Sin embargo, he tenido la fortuna de trabajar en una empresa que ama la creatividad y la innovación y sabe que sólo puede florecer cuando se reconocen las diferencias de cada persona. Y no todo el mundo tiene esa suerte”.
Cook cuenta en la nota por qué ha decidido saltarse por una vez su norma respecto a su vida privada: “Creo que si saber que el consejero delegado de Apple es gay puede ayudar a alguien a reconocer su propia sexualidad, entonces el sacrificio de la propia privacidad vale la pena”. Justo antes de cumplir los 54 años, Cook afirma que “gracias a ser gay” sabe mejor lo que supone ser parte de una minoría y le ha convertido en una persona “más empática”, ayudándole a vivir “una vida más completa”.
Parte del progreso social consisten en entender que una persona no queda definida únicamente por su sexualidad, su raza o su género”
“Ha habido momentos en que esto me ha resultado duro e incómodo”, afirma. “Pero también me ha dado confianza en mí mismo, en seguir mi propio camino y levantarme frente a la adversidad y la intolerancia. Además, me ha dado piel de rinoceronte, lo que viene muy bien en el momento en que te conviertes en el consejero delegado de Apple”.
El líder de la compañía, que ya había manifestado en numerosas ocasiones su respaldo al avance de la igualdad para los ciudadanos homosexuales, se ha sumado así a la ola que en los últimos dos años ha volcado la opinión pública estadounidense a favor, por ejemplo, del matrimonio entre personas del mismo sexo. Cook reconoce que en todavía demasiados Estados norteamericanos es legal despedir a un empleado o expulsar a los inquilinos de un piso en alquiler por su sexualidad. “Parte del progreso social consisten en entender que una persona no queda definida únicamente por su sexualidad, su raza o su género”, escribe.
“Debo admitir que para mí no ha sido una elección fácil”, afirma Cook, quien pasó gran parte de su infancia en el Estado de Alabama. “Cuando llego a mi oficina cada mañana me reciben fotos enmarcadas de Martin Luther King y Robert F. Kennedy. No creo que este ensayo me ponga a su altura. Pero me permite mirar esas imágenes y saber que estoy contribuyendo, por pequeña que sea mi aportación, a ayudar a los demás. El camino hacia la justicia lo pavimentamos entre todos, ladrillo a ladrillo. Este es el mío”.
Vía | elpais.com