Photoshop Touch, a fondo

Photoshop es uno de los programas más utilizado por los usuarios de OS X y Windows tanto para grandes trabajos de diseño como para pequeños retoques y composiciones. Alternativas muy válidas como The Gimp o, para tareas menos específicas, Photoscape (por nombrar dos de ellas) no acaban de convencer a aquellos usuarios que han crecido de la mano de Photoshop.

El lanzamiento de una versión táctil denominada Photoshop Touch tanto para iOS como para Android no puede sino generar unas espectativas muy altas. Pero no todo puede ser perfecto y en este caso se juntan sensaciones muy buenas en cuanto a la aplicación propiamente dicha, con algunos problemas de difícil solución.

Las primeras sensaciones con Photoshop Touch



Cuando abres por primera vez un proyecto desde Photoshop Touch las sensaciones son raras. La interfaz no está, en absoluto, recargada con un montón de herramientas traídas directamente, en un alarde de copy-paste, de la versión de escritorio. Al revés, parece demasiado sencillo. Distingues algunas herramientas en la parte superior, opciones en la izquierda y la paleta de capas en la parte derecha.

Si algo queda claro con ese primer vistazo es que la importancia la tiene quien la tiene que tener, la imagen. Esperas una organización similar a la de la versión de escritorio y lo que encuentras es una interfaz un poco desconcertante a la que te acostumbras en unos pocos minutos porque la barra superior y la barra de capas siempre permanecen con el mismo aspecto, mientras que es la barra de la izquierda la que da dinamismo a la interfaz.

Estamos acosumbrados a tener las herramientas a la izquierda, y aquí lo están, pero reunidas bajo un único botón que te deja elegir algunas de las herramientas típicas (varita mágica, pincel, tampón de clonar, desenfocar, …); y una vez que lo haces esa misma barra te muestra las opciones de la herramienta seleccionada. En la versión de escritorio son dos barras (la de herramientas y la de opciones) que se han unificado en una única añadiendo únicamente un clic adicional cuando cambiamos de herramienta, brillante.

Al principio cuesta encontrar las opciones. Uno está acostumbrado a tener siempre a mano las opciones de fusión, añadir efectos al alcance de un doble clic, los atajos de teclados para el menú Edición o el interminable menú de Filtros. Pero según empiezas a jugar un poquito descubres que el Photoshop Touch es una aplicación de retoque muy completa que incluye muchísimas de las opciones que trae la versión de escritorio.

¿Qué podemos hacer con Photoshop Touch?



En la paleta de capas, la barra de la derecha, podemos crear nuevas capas y alterar el orden de las mismas. El botón de añadir capa además nos permitirá duplicar una capa, hacer una capa vía copia. No esperemos encontar los estilos de capa, pero sí que encontaremos un botón donde ajustaremos la transparencia de la capa, el modo de fusión y nos permitirá combinar capas y acoplar la imagen.

Cada una de las miniaturas de las capas tiene un pequeño círculo en la esquina superior izquierda que nos permitirá ocultarla o visualizarla. Para cambiar el orden de las capas parecía razonable mantener pulsada una miniatura, pero simplemente seleccionas una capa y la mueves hacia arriba o hacia abajo, sin retrasos. Si quieres hacer scroll dentro de la barra de las capas sólo tienes que evitar empezar el movimiento desde la capa seleccionada. Fácil.

La barra de la izquierda agrupa todas las herramientas bajo el botón superior. Hay muchas herramientas de selección con las que podremos añadir y restar selecciones como el marco rectangular y elíptico, el lazo y el lazo poligonal y la famosa varita mágica. También tenemos el pincel y el spray, el tampón de clonar y el parche, no podía faltar la goma, ni las herramientas dedo y desenfocar.

Un par de novedades llegan con las selecciones, donde podremos crear una selección con un procedimiento similar al Extraer fondo de la versión de escritorio. Pero también podremos crear una selección mediante el pincel, como si de una máscara rápida se tratara. Tal vez se eche en falta para una versión táctil la nueva herramienta incorporada en el CS5 Selección rápida, pero la Scribble Selection Tool realiza unas selecciones bastante inteligentes (aunque lleva un buen rato).

Editando las capas y aplicando efectos



Una vez vistos los paneles laterales, sólo queda por echar un vistazo al superior. Seguramente será el que más usaremos, pero el que menos sorprende. Para aquellos que conocéis la versión de escritorio, ahí arriba encontraremos una versión reducida de los filtros y ajustes de capa, los estilos de capa y las opciones de menú editar y selección.

A lo largo y ancho de toda la pantalla del Photoshop Touch sólo hay dos botones de herramientas que no desplegarán un segundo menú. Esto son el de mover, girar y redimiensionar una capa, y el de añadir una nueva imagen a nuestro proyecto. Está claro que este Photoshop está orientado a realizar composiciones, nada de grandes creaciones, nada de grandes retoques, añadir imágenes, escalarlas, moverlas y añadirles un filtro.

Filtros y efectos de gran calidad que puedes ajustar (aunque menos parámetros que en la versión de escritorio) con tus dedos. Después de tanto tiempo utilizando el ratón, ahora toca disfrutar, por ejemplo, con el ajuste mediante curvas. Parece una tontería, y seguramente lo sea, pero muchas veces son estos detalles los que hacen que una aplicación gane enteros.

Una vez que entras en la opción Efectos con la vista previa de los mismos tu cabeza se redirige, casi sin querer, hacia otras aplicaciones que modifican las imágenes para hacerlas visualmente mucho más atractivas con dos toques. Vaya, la gente de Photoshop ha caído en la
trampa. Pero cuando analizas en detalle los efectos, te encuentras con que la mayoría de ellos ya los conoces y no han caído en la tentación de buscar efectos Instagram, sino que nos dan herramientas como el umbral, bisel, sombra paralela o desenfoque gausiano.

El sabor agridulce del Photoshop Touch



Una vez te acabas familiarizando con la aplicación la sensación es fantástica. Lo poco (o mucho) que has aparendido durante tu experiencia con la versión de escritorio lo tienes con una interfaz sencilla y agradable de utilizar. Pero la cruda realidad es que no me veo utilizando demasiado la aplicación.

Dos preguntas te asaltan la mente: ¿cuándo? y ¿para qué? La interfaz es cómoda y la aplicación rápida, así que tal vez utilizar el Photoshop Touch para ir retocando imágenes para ir subiéndolas después a algún servicio o web parece ser la mejor repuesta. Pero para eso yo pensaba que se habían inventado aplicaciones como Instagram o Camera+. Si quiero hacer algo más que aplicar un par de efectos resultones, seguramente lo haga con la aplicación de escritorio.

Lo tengo, voy a retocar alguna imagen para añadirla a mis los artículos, o a mi blog personal. Vaya, ¿dónde están las opciones para guardar o exportar imágenes? Sólo puedes elegir entre PNG y JPG, y no te deja elegir nivel de compresión con el último. Una pena, porque entonces no puedo utilizarlas. Hasta la fecha sólo me ha resultado realmente útil cuando he querido incorporar imágenes a una presentación realizada enteramente con una tableta. Pero pagar casi 8 euros para eso… seguramente sea demasiado.

Utilizar los dedos para deslizar manejadores en la pantalla de tu tableta es una gozada, pero realizar una selección no es tan sencillo. Principalmente porque tu dedo y tu mano son más grandes que un lapicero, y desde luego no son transparentes (créeme, no lo son). Así que si quieres jugar con un poco más de precisión tendrás que caer en la compra de un buen stylus.

Las imágenes las podrás subir a la nube de Adobe, que han denominado Creative Cloud, para después modificarla desde tu ordenador. Desde luego una buena idea y una tendencia muy actual, pero personalmente empiezo a cansarme de tener tantos servicios de almacenamiento online: iCloud, Dropbox, Creative Cloud,… ¿para cuándo todo esto será transparente para el usuario?