Como muchos ya sabéis,
ayer salió iOS 8.1.1 con el propósito de mejorar el rendimiento en dispositivos más antiguos pero además, también cerraba las puertas al jailbreak untethered de Pangu.
Aunque a muchos no nos guste que se le pongan trabas al jailbreak, lo cierto es que para poder aplicarlo en nuestro dispositivo es necesario hacer uso de fallos de seguridad. Al igual que estos fallos pueden ser aprovechados para el jailbreak, también pueden ser objetivo de otras intenciones que ponen en riesgo los datos almacenados en nuestro iPhone o iPad, por lo tanto, de ahí viene el motivo por el que se han dado tanta prisa en cerrar los exploits que aprovechaba Pangu.