Recientemente se ha sabido de dos contrataciones importantes en las esferas internas de Apple. Primero tenemos a Sabrina Ross, licenciada en derecho por la Universidad de California, que entra como “consejera de privacidad” para supervisar ese mismo aspecto en el software y servicios de Apple.
El otro fichaje es de Amber Cottle, veterana en el senado de Washington en hacer el llamado lobby. Dicho de forma más fácil, Amber se encargará de aplicar presiones en el gobierno de los Estados Unidos para que las leyes y propuestas que se debatan beneficien a Apple. Algún ejemplo de decisiones donde Amber podría influir son los impuestos para la circulación de dinero entre países, cosa que obligó a Apple a endeudarse hace trece meses para no tener que pagar tasas millonarias.
Son, como veis, empleos de despacho pero que a la larga pueden repercutir en todos los usuarios. Más facilidades legales para Apple pueden implicar más ligereza en llevar a cabo sus planes, al mismo tiempo que la privacidad de nuestros datos en plataformas como iCloud serán supervisadas por especialistas.
