Seguramente el lector lo recuerde. Hace unas semanas que se descubrió que el diseño de la aplicación de reloj de iOS 6 era un plagio directo del que encabeza todas las estaciones de tren suizas, cuya propiedad de imagen pertenece a la Swiss Federal Railway (SBB), que denunció públicamente el asunto y amenazó con demanda a la firma de Cupertino.
El agua no llegó al río, pues Apple y la SBB llegaron a un acuerdo por el que la tecnológica podía seguir utilizando el diseño de marras en su sistema operativo móvil. Lo que no se supo es por cuánto le salió a la compañía de la manzana la broma. Pero ya se sabe.
Según informan en CNET, Apple pagará 21 millones de dólares a la Swiss Federal Railway por hacer uso del diseño del reloj que, valga la redundancia, diseñó Hans Hilfiker en 1944. Todo un icono del diseño del siglo XX según museos como el Design Museum de Londres o el Museum of Modern Art de Nueva York.
Y así se acaba esta historia, que se suma a las publicadas en las últimas semanas y días, en las que Apple, defensora a ultranza de la propiedad intelectual de todo lo que crea, se ve en la bochornosa situación de estar en la posición opuesta, es decir, la de los que copian e infringen patentes.
Vía | MuyComputer