Otro de los puntos fuertes del nuevo modelo de iPad es la mejora en la tecnología de la batería. A primera vista en la web de Apple vemos que
la duración es la misma que la del anterior modelo a pesar de los nuevos componentes. Está claro que la compañía no iba a ofrecer un producto que no ofreciese, como mínimo, la misma duración de batería que el anterior, y eso era un auténtico reto.
La pantalla Retina y la conectividad LTE son dos elementos que no se llevan muy bien con la batería y se caracterizan por una gran demanda de energía. Esto implica que Apple ha conseguido mejorar las batería para dotar al iPad de una nueva que sea capaz de soportar
las exigencias de los nuevos componentes sin sacrificar duración y sin aumentar de tamaño drásticamente.
Según ZDNet, esta nueva batería
ofrece 11.866 mAh lo que viene a ser un 70% más de capacidad que la del iPad 2. Con tal diferencia podemos hacernos una idea de las necesidades energéticas que requieren elementos como la pantalla
Retina, LTE o el nuevo procesador A5X. Para meter todos esos miliamperios por hora en el iPad sin aumentar drásticamente el tamaño del dispositivo, la compañía ha tenido que mejorar enormemente
la densidad de las celdas de la batería.
Esta mejora queda demostrada por el peso y grosor del iPad. Según
la tabla comparativa de modelos, el iPad 2 tiene un grosor de 0.88 cm, frente a los 0.94 del nuevo modelo, una diferencia insignificante. El peso tan sólo ha aumentado en unos 50 gramos, según modelo, aunque para esto último también tenemos que tener en cuenta los nuevos componentes y la diferencia de peso con los anteriores. Apple ha hecho
un gran trabajo con la batería para poder ofrecer un producto de mayor calidad que mantenga o mejore el rendimiento general del anterior.
Si Apple aplica esta tecnología (algo que sería lógico) a la próxima versión de iPhone, podríamos ver un teléfono con una batería mejorada que nos hiciera preocuparnos algo menos de la vida diaria de nuestro terminal. Esta es una de las grandes batallas que aún tienen que ganar los fabricantes de dispositivos móviles, más allá de los megaherzios o gigabytes.