Según el último estudio presentado por Consumer Intelligence Research Partners (CIRP) la duración media del iPad para los usuarios es mayor en comparación con la frecuencia con la que los usuarios cambian de iPhone. Este caso es muy similar al de los equipos Mac que tienden a tener ciclos de vida más largos en comparación con los ordenadores convencionales.
Los usuarios de iPad esperan entre dos y cuatro años antes de cambiar su modelo de iPad mientras que los usuarios de iPhone reemplazan el mismo cada dos años, como término medio. La encuesta refleja que los usuarios de iPad son dos veces más propensos que los usuarios de iPhone a prestar el dispositivo a familiares o amigos, cuando empieza a llegar a la vida útil el dispositivo y se plantea actualizarlo por uno nuevo. Los datos de esta encuesta han sido realizados con las repuestas efectuadas por 2000 estadounidenses durante el año pasado.
Creemos que Apple prefiere que el iPad se convierta en un iPhone grande, para que actualice más a menudo el dispositivo, en lugar de alargar tanto la vida útil del mismo. Sin embargo, según los datos obtenidos en la última encuesta, los compradores los utilizan de la misma forma que un Mac, un televisor o un iPod, con un reemplazo menos frecuente.
Es evidente que las personas están obligadas a cambiar sus iPad con menos frecuencia en comparación con otros ordenadores. Un iPhone sin embargo, se utiliza todos los días y es casi imprescindible que los usuarios los actualicen cada dos años, que es la duración media de un contrato en los Estados Unidos.
