Es interesante lo que está sucediendo en estos últimos tiempos. Mientras contemplamos cómo las grandes empresas tecnológicas hacen lo imposible por salvaguardar sus desarrollos para garantizar el éxito del negocio, otra multitud de hackers se empeñan en desbaratar todo ese trabajo en beneficio de los consumidores. Esto acaba de suceder hoy con la tecnología que Apple usa para compartir música con otros dispositivos, llamada AirPlay.
Hackean código de Airport Express permitiendo streaming de música a cualquier dispositivo
Mediante AirPlay y haciendo uso de, por ejemplo, la base AirPort Express conectada a una fuente de corriente, es muy sencillo hacer streaming de nuestra biblioteca musical desde iTunes de nuestro ordenador a cualquier dispositivo conectado a la base. Incluso en los últimos meses se ha iniciado la producción de aparatos de consumo que ya incluyen este sistema internamente, para prescindir de la mencionada base. Todo ello se realiza a través de la conexión WiFi de cada uno de los aparatos.
Pues bien, un desarrollador llamado James Laird ha conseguido extraer el código del AirPort Express y ha construido un emulador llamado ShairPort (actualmente la web de este hombre parece caída). La forma de encontrarlo ha sido bastante ruda: ha roto literalmente una base AirPort Express y ha buscado en su ROM hasta encontrar el código. Mediante este “hackeo” podremos hacer que la biblioteca almacenada en iTunes no sólo sea enlazable con los dispositivos de terceras partes compatibles o con AirPort Express, sino que podremos hacer streaming con cualquier otro ordenador o con una videoconsola, por ejemplo. ¡Toda una hazaña que agradará a bastantes de nuestros lectores!
Pero lo más importante es lo que esta noticia pone en evidencia. Comenzábamos diciendo precisamente que las grandes corporaciones pretenden mantener a buen recaudo su propiedad intelectual para proteger de esa forma los beneficios obtenidos de las ventas, pero es tiempo de pensar de forma diferente. Recordemos lo que sucedió con Kinect. Si bien en un principio este sistema tan sorprendente se colocó como un desarrollo inaccesible y cerrado para los desarrolladores, al final la propia Microsoft ha cedido para permitir que se experimente con el sistema y de esa forma se difunda el formato y se desarrolle aún más la idea.
¿No debería Apple seguir ese camino? ¿No contribuiría a expandir más el formato AirPlay la liberación de su código y la inclusión de otros desarrolladores que experimenten con él? ¿No los ayudaría a vender aún más Macs, favoreciendo a la vez la compra de música de su tienda? Código abierto contra código cerrado, y parece que Apple sigue quedándose con esto último.
Vía | appleweblog.com