Si iOS 7 y OS X Mavericks dieron el pistoletazo de salida a los mandos MFi como el Moga Ace Power, el PowerShell Controller de Logitech o el SteelSeries Stratus, iOS 8 y OS X Yosemite van a subir la apuesta con una nueva característica denominada Controller forwarding que permite utilizar la pantalla táctil, el giroscopio y los acelerómetros del iPhone junto al resto de controles del mando en un juego de iPad o Mac.
En pocas palabras, es como convertir el iPhone y un mando ajustable (dos de los tres tipos definidos por la manzana) en una especie de Wii U GamePad para hacer posible una experiencia de juego aún más rica. Imaginad jugar a Real Racing 3 en el iPad con el iPhone como mando y todos los controles físicos que queráis utilizando esta segunda pantalla además para mostrar la posición de los vehículos en el circuito. Otro ejemplo: Oceanhorn controlando el inventario y/o el mapa en el iPhone mientras nos movemos con los joysticks analógicos.
Según Apple, en la App Store podemos encontrar ya cientos de juegos compatibles con los mandos MFi, y eso que no hace ni un año desde su presentación a los propios desarrolladores. Unid eso a los 130 millones de usuarios activos mensualmente en Game Center y el resto de novedades de iOS 8 orientadas al desarrollo de videojuegos y vaya si podemos soñar a lo grande sobre el futuro de la plataforma en este terreno.
Metal
Otras de las novedades más importantes de iOS 8 dentro del campo de los videojuegos es Metal, una nueva tecnología que maximiza el rendimiento gráfico del chip A7 presente en el iPhone 5S, el iPad Air y el iPad Mini de segunda generación multiplicando por diez la velocidad de los draw calls para permitir a los desarrolladores ofrecer por primera vez juegos 3D con calidad de consola en un dispositivo móvil.
No es ninguna broma. Con gráficos así y un una jugabilidad sin compromisos gracias a los mandos MFi, el límite lo ponen ahora los desarrolladores, no la plataforma.