El Wall Street Journal publicó ayer una entrevista muy interesante con el ingeniero senior de software de Apple, Greg Christie, que ofreció algunos detalles muy interesantes acerca de la creación del iPhone original.
Por ejemplo, dice que en febrero de 2005, Steve Jobs le dio un ultimátum: el equipo de Christie, que estaba compuesto por un número muy reducido de personas, había estado trabajando durante meses para diseñar el software de lo que acabaría siendo el iPhone, de manera que todas sus partes funcionaran bien juntas. Entonces, Jobs les comunicó que o le presentaban algo en dos semanas, o le asignaría el proyecto a otro equipo.
“Steve tenía las cosas muy claras” dice Christie, que todavía dirige el equipo de interfaz de usuario de Apple. “Quería mejores ideas y conceptos más grandes”.
El equipo de Christie concibió muchas de las características del iPhone, como el deslizamiento para desbloquear el teléfono, hacer llamadas desde la agenda de direcciones y un reproductor de música táctil. Eliminaron el teclado, que entonces era lo normal en teléfonos de gama alta, y se creó un software que se parecía más al de un ordenador personal que al de los teléfonos móviles del momento.
Greg se unió a Apple en 1996 para trabajar en el Newton, un proyecto de PDA con una pantalla táctil controlada por medio de un lápiz óptico, que tuvo una corta vida. Cuando este proyecto se suspendió, Christie continuó trabajando en Apple creando software para Mac y mantuvo su interés en los ordenadores portátiles.
Después, un día a finales de 2004, Scott Forstall entró en su oficina, cerró la puerta y le preguntó si quería trabajar en un proyecto secreto. Bajo el nombre clave “Purple”, el equipo desarrollaría un teléfono con pantalla táctil y un reproductor de música integrado, un producto que los ejecutivos de Apple temían que podía suponer una amenaza para el iPod si era desarrollado por la competencia.
Vía | iPhoneados