En declaraciones recientes,
Tony Tripeny, ejecutivo de Corning, opinó sobre la utilización de cristales de zafiro. Y ya podéis imaginar sus conclusiones.
Para él, el cristal de zafiro no representa mejoras ni beneficios para los dispositivos de electrónica de consumo. Un mensaje que era de esperar si tenemos en cuenta que
Apple podría incluirlo en su próximo iPhone o para ese proyecto secreto al que Tim Cook hacía alusión durante la última reunión de accionistas.
Para Corning el cristal de zafiro es una opción menos interesante que Gorilla Glass pues su fabricación es diez veces más cara, 1,6 veces más pesado, menos amigable con el medio ambiente al necesitar más energía para su fabricación y deja pasar menos luz por lo que se necesitan pantallas más brillantes, algo que podría afectar a la duración de la batería. Sin olvidar lo más importante, aunque reconoce que es un producto más resistente a los arañazos alegan que
Gorilla Glass soporta una mayor presión.
Declaraciones que son lógicas,
cada uno defiende su negocio, pero que no dejan de mostrar un poco de resquemor si efectivamente se les cae
Apple como cliente. Y es que,
el nivel de producción es tan alto que serían unos pocos de millones en ingresos los que se perderían. Algo que ya hemos visto con otros proveedores como Samsung, que a pesar de las disputas es uno de los principales suministradores de componentes de Apple.
Aún así, me gustaría ver cómo y
en qué dispositivos usa Apple esos cristales de zafiro. Sobre todo para poder valorar con el producto en la mano si realmente la mejora es sustancial o como comenta el señor Tripeny, Gorrilla Glass es mejor solución.