Manzana Podrida
Siempre ganan los mismos. Esa es la historia de la manzana podrida. Había una vez dos manzanos. El primero de ellos era frondoso, tenía muy buen aspecto y daba unas manzanas rojas que entraban por el ojo a cualquiera. Todo el mundo quería comer de sus manzanas, era la envidia de todo el campo. A la sombra, casi escondido, en segundo plano, esta el otro manzano. Era un árbol sin apenas hojas, nadie lo tenía en cuenta, y sus manzanas parecían todas pochas. Nadie se dirigía a él.
Un día un caminante hambriento llegó al campo, y vió a los dos manzanos levantarse delante de él. Sin dudarlo se dirigió al primero y arrancó una hermosa manzana. Fue grande su sorpresa al descubrir que el sabor de esa bella manzana era agrio como el peor de los venenos, y con el tiempo, llegaría a ser igual de mortal.
Tras aquel amargo bocado, cogió de nuevo otra manzana pero tenía el mismo sabor. Volvió a coger otra, y otra, y él parecía no escarmentar. Todas tenían ese veneno agrio en su interior.
Tiró la manzana y se quedó mirando al segundo árbol, pensando que si esa tan bella estaba así de mala, esas tan pochas estarían peor. Pasaron, los minutos, y con ellos las horas, y el hambre del caminante cada vez se hacía más insoportable. Así que cogió una manzana del segundo árbol, y le metió un bocado, pensando que después de todas las anteriores esta no le haría gran mal.
Grande fue su sorpresa al descubrir que esa manzana pocha guardaba en su interior el más dulce de los sabores, y que todas sus compañeras de árbol sabían igual. El hombre se alegró porque su hambre empezó a desaparecer. Sin embargo lentamente se iba sintiendo más débil, el veneno de las bellas manzanas habían pasado factura y sus órganos se iban paralizando poco a poco, encontrando finalmente la muerte. Se arrepintió de haberse dejado llevar por las apariencias a primera vista.
Moraleja: (la dejo a la libre elección)
Buenas noches!!